Páginas

sábado, 11 de septiembre de 2010

Jurassic Cuenca

Desde pequeño siempre me han gustado los dinosaurios. Me parecen unas criaturas fascinantes, sobre todo por los múltiples misterios que todavía las rodean. Sin ir más lejos, hace un par de días se desvelaba que, en Cuenca, se ha hallado una especie hasta ahora desconocida, el Concavenator corcovatus, el cual arroja una nueva incógnita más sobre estos animales, a saber, ¿para qué servía su joroba? Aquí os dejo la noticia de este sorprendente hallazgo.

Hallan en Cuenca un dinosaurio carnívoro de especie desconocida

Pepito es un dinosaurio carnívoro que vivió hace 125 millones de años en la Serranía de Cuenca y sus restos fosilizados se han convertido ya en el esqueleto articulado más completo encontrado en la Península. Ha sido identificado por un equipo de paleontólogos españoles en el yacimiento de Las Hoyas, liderado por Francisco Ortega, de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Este equipo publica ahora en la revista Nature los datos científicos que corroboran el hallazgo de este dinosaurio de seis metros, que a partir de mañana se podrá ver en el Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha (Cuenca).

En concreto, los científicos describen en este trabajo un ejemplar de un terópodo de hace unos 125 millones de años (Cretácico Inferior) llamado científicamente "Concavenator corcovatus", que significa "el cazador jorobado de Cuenca" y definido como uno de los grandes depredadores -el mayor- del ecosistema de Las Hoyas. "En este artículo le ponemos nombre y describimos una especie nueva", informó Ortega a Efe, quien explicó que el nombre de "cazador jorobado" se debe a que se ha encontrado en este dinosaurio una especie de joroba similar a la de un cebú actual, aunque con relleno de huesos, provocada por la elevación de dos de las espinas de sus vértebras, y cuya función aún se desconoce. El ejemplar estudiado, denominado coloquialmente Pepito por los paleontólogos, consiste en un esqueleto de seis metros articulado, es decir, con todos los huesos colocados en la posición en la que se encontraban en el animal en vida y «muy bien conservado», lo que también es, según los investigadores, novedoso.

Ortega detalló que su equipo tardó dos años en preparar el ejemplar para su estudio, ya que hubo que eliminar toda la roca que lo envolvía hasta liberar sus huesos. Entre las principales conclusiones, además de la de la especie de joroba en su espalda, este equipo del yacimiento de La Hoya ha constatado que este grupo de dinosaurios presenta unos pequeños bultos en los huesos del brazo. Ortega ha relatado que en muchas aves actuales, el borde posterior de uno de los huesos del antebrazo, la ulna, tiene una serie de pequeños bultos que sirven para la inserción de las plumas de mayor tamaño en las alas. Esta característica se había reconocido también en algunos dinosaurios de pequeño tamaño y muy cercanamente emparentados con las aves, como el velociraptor. Lo sorprendente es que el concavenator es cuatro veces más grande que el velociraptor.

1 comentario:

M dijo...

Vi la noticia ayer, pero mi mente había borrado el detalle del nombre del bicho XD