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lunes, 30 de noviembre de 2009

Ubisoft, me quito la capucha

La evolución del videojuego es, sin duda, imparable. Hace 10 años, esta era una afición bastante delimitada a adolescentes y niños, lo que hacía que fuese considerada como algo infantil, un entretenimiento de segunda categoría. Sin embargo, con el paso del tiempo, las videoconsolas han conseguido asentarse en todos los sectores de la población, saliendo al mercado juegos con una profunda carga argumental, capaces de captar a jóvenes y adultos por igual. Su peso, a día de hoy, es indiscutible: hasta los ancianos se han enganchado a la Wii.

Esta importancia creciente, tarde o temprano, tenía que reflejarse en la publicidad de los videojuegos. Y así ha sido. Señoras y señores, tengo el gusto de presentarles la "película" de 35 minutos con la que Ubisoft ha querido deleitarnos para anunciar su nuevo juego, Assassin's creed 2. Es larga, lo sé, pero merece mucho la pena por las recreaciones, el vestuario, las escenas de acción... En definitiva, por todo. ¡Disfrutadla!

jueves, 26 de noviembre de 2009

Yo sobreviví a la maldición de la TV

Todos conoceréis de sobra la 'maldición de la televisión' en Estados Unidos, pero, para el que no esté familiarizado con el concepto, se lo explico: cuando un actor/actriz tiene éxito con una serie de la pequeña pantalla, y esta se prolonga en el tiempo, el personaje se acaba comiendo al intérprete, cuya carrera se va irremediablemente a pique. Los protagonistas de Friends son el mejor ejemplo de este curioso fenómeno, de cuyos efectos muy pocos logran librarse. ¿Y quiénes han sido esos afortunados? Veamos algunos casos:

1.- WILL SMITH: El único que ha salido adelante tras la cancelación de El Príncipe de Bel Air. Smith supo aprovechar su fama televisiva para lograr papeles en una serie de películas (Dos policías rebeldes, Independence Day) que, merced a su éxito en taquilla, lo catapultó al estrellato. Smith fue inteligente e interpretó a personajes bastante similares al Príncipe (lo que hizo que su público no le diera de lado), pero, a la vez, diferentes en esencia, contexto... Y en cuanto tuvo la oportunidad, supo dar de lado los roles cómicos juveniles para optar por papeles más serios (Ali, La Leyenda de Bagger Vance), lo que le consolidó en la pantalla grande.

2.- GEORGE CLOONEY: Otro actor que supo vender a la perfección su imagen dentro de Hollywood. Atrapado en la pequeña pantalla, Urgencias consiguió darle una popularidad que no desaprovechó, haciéndose con el rol de protagonista en Abierto hasta el amanecer, Batman y Robin, El Pacificador... Clooney también supo vender su imagen dentro del mundo de la publicidad, convirtiéndose en un icono del estilo, la clase, la seducción; y, a principios de este siglo, comenzó a apostar por proyectos que le confirmaran como actor, y no solo como un rostro popular: Tres Reyes, La tormenta perfecta, Ocean's eleven, Buenas noches y buena suerte, Syriana... Aunque nunca dio de lado Urgencias, Clooney ha sido el único doctor que ha salido más allá de las puertas del County General con verdadero éxito.

3.- WOODY HARRELSON: ¿Quién no le recuerda como el simpático camarero de Cheers? Harrelson dio el salto a la fama gracias a aquella sit-com ambientada en un bar de Boston, pero su carrera no acabó allí. Harrelson ha sabido conjugar apariciones en películas comerciales (Asalto al tren del dinero) con algunos trabajos más polémicos, pero igualmente reconocidos (Larry Flint, por el que fue nominado al Óscar como mejor actor). Recientemente, regresó a la gran pantalla en No es país para viejos.

4.- BRUCE WILLIS: A principios de los 80, Willis era un actor más en el que nadie se había fijado. Ya había hecho sus pinitos en la televisión, pero nada serio... Hasta que una serie llegó a su vida: Luz de Luna. Aquel show supuso un auténtico punto de inflexión en su carrera, al convertirlo en un nuevo Bogart, esto es, un hombre elegante, educado y atractivo, pero caradura y duro. Willis no dudó en explotar esas facetas en sus primeras apariciones en la pantalla grande, como en las distintas partes de Jungla de Cristal o El Gran Halcón. Asimismo, en cuanto tuvo la oportunidad de apostar por películas diferentes, lo hizo: Pulp Fiction, Doce Monos, El sexto sentido... Ni que decir tiene que aquellos "riesgos" lo convirtieron definitivamente en una de las caras más reconocibles de Hollywood.

5.- PIERCE BROSNAN: Muchos (casi todos) veréis en Brosnan al impecable 007 (posiblemente el mejor Bond desde Connery); pero los que vivimos en los 80 le recordamos también como Remington Steele, el detective protagonista de la serie de igual nombre. Cuando aquel show se canceló (tras cinco años en antena), Brosnan tuvo pocos papeles que llevarse a la boca... hasta que James Bond lo rescató del ostracismo. Desde entonces, trabajo no le ha faltado, si bien es cierto que casi todos sus personajes son del mismo corte.

6.- MICHAEL J. FOX: El contrapunto más claro a Kirk Cameron. Ambos se hicieron famosos en los 80 con una sit com (Los problemas crecen -Cameron- y Enredos de familia -Fox-), interpretando el mismo tipo de personaje: adolescente, popular, poco dado a los estudios, liante... Sin embargo, poco o nada tuvieron que ver sus carreras desde entonces. Mientras que Cameron se vio fagocitado por los Seaver, Fox supo aprovechar su popularidad para hacerse con dos papeles cinematográficos que cambiarían su vida para siempre: Teen Wolf y Regreso al futuro. Desde entonces, Fox no paró de conseguir roles de protagonista, sobre todo en comedias. Por desgracia, cuando ya se había consolidado en Hollywood, empezó a sufrir Parkinson, una enfermedad que lo retiró de la vida de actor.

7.- JOHN GOODMAN: Durante 220 episodios, fue el marido de Roseanne en la serie homónima. Eso habría acabado con la carrera de cualquiera, pero no con la de Goodman, quien, poco antes de que Roseanne pasara a mejor vida, ya había hecho sus pinitos en Hollywood gracias a Los Picapiedra o Nacida Ayer. A finales de los 90, Goodman supo escoger muy bien sus papeles, colaborando en reconocidos filmes como Fallen, El Gran Lebowski, Al límite (a las órdenes de Scorsese) o Bar Coyote, lo que le valió convertirse en un rostro popular en la industria cinematográfica. Posteriormente, se especializó en el doblaje de películas animadas, participando en algunas tan destacadas como Cars, Monsters S.A., El emperador y sus locuras, Bee Movie... Eso sin dar de lado su faceta de actor dramático.

8.- LEONARDO DI CAPRIO: Solo los más viejos del lugar recordamos que Leo no empezó sus días de actor con Romeo+Juliet, sino en la archiconocida Los problemas crecen, siendo el protegido de Kirk Cameron durante toda una temporada (la última, para más señas). Obviamente, su juventud y su corta presencia en el show, le permitieron librarse de la 'maldición', si bien es cierto que, a diferencia de otros actores infantiles, Di Caprio sí supo jugar bien sus cartas, conformando paulatinamente una formidable carrera como intérprete.

9.- ALYSON HANNIGAN: Sí, ya lo sé, Hannigan no es, ni por asomo, tan famosa como muchos de los anteriores; ni tampoco ha conseguido asentarse en el cine. Sin embargo, es de las pocas que ha sobrevivido al 'efecto Buffy', que se ha llevado por delante a Sarah Michelle Gellar, Nicholas Brendon o Emma Caulfield; o que ha encasillado a otros tantos, especialmente a James Marsters. Hannigan, por el contrario, ha sabido quitarse de encima el peso de la bruja Willow, para conseguir de nuevo la fama con Lily Aldrin en Cómo conocí a vuestra madre, un personaje que nada tiene que ver con la mejor amiga de Buffy. Eso sí, habrá que ver si es capaz de sobrevivir a esta nueva serie...

10.- DAVID BOREANAZ: Otro que se salvó del 'efecto Buffy', lo cual tuvo su mérito. No en vano, estuvo durante siete años interpretando a Ángel, el amante vampiro de Buffy. Afortunadamente para él, nada más acabar su 'spin off', entró a trabajar en otra serie de televisión, Bones, donde caracteriza a Shelley Booth, un agente del FBI que nada tiene que ver con el vampiro. Ahora bien, y al igual que Hannigan, habrá que ver si, una vez termine Bones, es capaz de reponerse de nuevo.

¿Recordáis a alguien más que se pueda incluir en este listado? Espero vuestras aportaciones en los comentarios.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

La culpa del paro es de los trabajadores

No soy muy partidario de poner por aquí reportajes periodísticos muy extensos, pero creo que este merece mucho la pena. Sus autoras son Lourdes Benería, profesora de Economía en la Universidad de Cornell, y Carmen Sarasúa, profesora de Historia Económica en la UAB; y en él se resume la que, para mí, es la clave fundamental del paro en este país (y por ende, en otros muchos). Insisto, es un poco largo, pero me ha parecido sumamente interesante. Espero que os guste.

La culpa del paro es de los trabajadores

Tres hoteles de la cadena Hyatt Hotels Corporation de Boston, en Estados Unidos, despidieron recientemente a casi 100 trabajadores de la limpieza, que cobraban 15 dólares por hora y tenían seguro médico, en su mayoría mujeres negras e inmigrantes, que llevaban 20 años en la empresa. A través de una empresa de trabajo temporal, Hyatt ha contratado a nuevas limpiadoras a 8 dólares la hora y sin seguro médico. A las despedidas se les encargó enseñar gratis a quienes iban a reemplazarlas, que les fueron presentadas como sustitutas para vacaciones. La empresa alega que la crisis ha reducido sus beneficios y les obliga a tomar esta medida. Las trabajadoras denunciaron el despido a un sindicato, que ha organizado una formidable campaña de boicoteo a la empresa, a la que exige readmitir a los despedidos. A la campaña se han sumado desde la Asociación de Taxistas de Boston a organizaciones profesionales que están dejando de utilizar estos hoteles, respaldados por el propio gobernador de Massachusetts y el Ayuntamiento de Boston.

La noticia no es que se despida a trabajadores en tiempos de crisis. Ni que se despida a trabajadores veteranos y formados y se les reemplace por jóvenes sin formación. Tampoco es nuevo el secretismo en los despidos, ni obligar a quienes van a perder su trabajo a enseñar gratis a quienes les reemplazan. Lo novedoso es que frente a unos despidos se levante una ola de indignación que ha llegado a los políticos y al mundo académico. La International Association for Feminist Economics (IAFFE) afirma que si la empresa trataba de reducir costes para compensar la caída de beneficios hubiera conseguido una reducción mayor recortando un 1% los salarios de los altos ejecutivos que despidiendo a 100 de los empleados peor pagados.

En todos los países se aprecia un rechazo creciente a las enormes diferencias de ingresos entre los ciudadanos, que con frecuencia no responden a la cualificación ni al trab
ajo realizado. En España es fácil encontrar titulares denunciando el sueldo escandaloso de los banqueros. En EE UU, sus desorbitantes primas han llevado a The New York Times a afirmar que "no tienen vergüenza". También los salarios de los altos ejecutivos han generado un debate nacional, culminando con el anuncio del Gobierno de Obama de limitar el sueldo de 175 personas que dirigen empresas rescatadas por el Gobierno. El rechazo social a estos ingresos escandalosos no debería quedarse en una censura coyuntural. La crisis hace políticamente inaceptable la miseria creciente, las desigualdades en las rentas y en el nivel de vida de las personas. Unas desigualdades que durante las últimas décadas de políticas económicas neoliberales han aumentado, no disminuido, como nos prometieron. En nuestra opinión, la indignación contra las diferencias abismales no debe taparse ni desactivarse, sino, al contrario, convertirse en una oportunidad para repensar cómo explicar las desigualdades.

¿Cómo se asignan los salarios? ¿Cómo se decide lo que cobra la gente -los directivos de bancos y empresas, los empleados, los políticos? Una rápida ojeada a cómo ha explicado la Teoría Económica la formación de los salarios desde hace 250 años muestra una combinación de conceptos primarios que seguimos oyendo cada día en boca de los representantes de la patronal y de instituciones del Estado:
hay que abaratar el despido, reducir los subsidios al desempleo, bajar los salarios y las cotizaciones a la Seguridad Social, los convenios colectivos y las cotizaciones son los culpables de que no se contrate más... Aunque estos argumentos tienen sentido bajo ciertas circunstancias, es importante que analicemos la teoría que los justifica.

La primera teoría con la que se explicó la formación de los salarios fue la de los "salarios de subsistencia", sostenida por Malthus a finales del siglo XVIII, y por Ricardo a principios del XIX. Para el párroco Malthus,
los trabajadores debían recibir unos salarios equivalentes a lo necesario para cubrir sus necesidades básicas. Cuando se les pagaba de más tenían más hijos, en pocos años aumentaba la oferta de trabajo, había más trabajadores que empleos, y la ley de la oferta y la demanda hacía que los salarios cayesen, provocando hambre y mortandad. Esta visión fue rechazada más tarde por Marx, para quien el que hubiera más trabajadores que empleos no sólo no era negativo para el capitalismo, sino que era lo que garantizaba sus beneficios, al constituirse en un ejército de reserva de fuerza de trabajo que permitía al patrono reemplazar a los trabajadores por otros más baratos. Sólo la negociación colectiva y la unión de los trabajadores en sindicatos podían contrarrestar el juego.

A finales del XIX, y en su afán por justificar la desigualdad salarial, la revolución marginalista explicó el salario como equivalente a la "productividad marginal" del trabajo. Es decir, los salarios igualaban el valor del producto neto que producían, y el desempleo era el resultado de que los trabajadores "costaban" más de lo que "valía" su productividad. En otras palabras, ganamos lo que vale nuestro trabajo. Si los directivos ganan mil veces el salario medio es porque producen mil veces el valor que nosotros producimos. ¿Que han arruinado a su empresa y perdido el dinero de los inversores... y siguen ganando mil veces más que usted? Aun así, dirá un economista ortodoxo. Naturalmente que la crisis económica disminuye el valor del producto marginal de los trabajadores, pero también el de los ejecutivos. La producción de una empresa representa el esfuerzo de muchos trabajadores. ¿Cómo distinguir entre los "productos marginales" de cada uno? Como en el caso de las limpiadoras de los hoteles Hyatt, las pérdidas son del conjunto de la empresa, pero quienes pierden el empleo suelen ser los más débiles.

Además, la teoría económica ortodoxa ignora lo que Lester Thurow ha llamado "the sociology of wage determination", los factores sociales y políticos que afectan a la remunerac
ión del trabajo, como la existencia de sindicatos, las políticas de promoción de las empresas, o los salarios mínimos. Por el lado del capital, el acceso privilegiado a la información y a relaciones con las élites económicas y políticas, y los privilegios heredados, benefician su capacidad de negociación y sus múltiples fuentes de ingresos. La teoría económica tampoco explica por qué las mujeres y los negros (hombres y mujeres) ganan siempre menos que los hombres blancos. Porque el valor de lo que producen es menor, dirá un economista ortodoxo. Ellas han decidido estudiar menos y en consecuencia están peor formadas, o trabajan menos horas, o insisten en emplearse en sectores menos productivos. Estas explicaciones economicistas prefieren ignorar el racismo, las normas patriarcales o la profunda desigualdad de oportunidades entre grupos sociales.

En definitiva, la teoría económica al uso prefiere no tener en cuenta las diferencias de poder entre trabajadores, y entre éstos (que aceptan lo que les ofrecen porque su subsistencia depende de ello) y el capital (que impone sus condiciones puesto que puede no ofrecer el empleo). Si usted fuera más productivo ganaría más. Las injerencias de sindicatos o gobiernos sólo empeoran las cosas: a cambio de que unos pocos ganen más muchos perderán su empleo, o muchas empresas cerrarán, incapaces de hacer frente a los costes. Sobre los salarios que se asignan a sí mismos estos ejecutivos, directivos, empresarios, sobre cómo pactan sus primas, bonus, incentivos, blindajes, exenciones fiscales..., silencio.

La teoría económica lleva 200 años explicando la asignación de salarios como un proceso eficiente; intentando convencernos de que hay que dejar actuar
al mercado. Pero la crisis económica nos está invitando a dudar de ella. La imposición de límites salariales a algunos ejecutivos por parte del Gobierno de Obama plantea el debate de qué consideramos un "salario justo". Entidades financieras como Credit Suisse están cambiando sus formas de pago y ejecutivos como Kenneth D. Lewis, del Bank of America, renuncian al sueldo (aunque cobrará 60 millones de dólares cuando se jubile en diciembre). No es que estas propuestas solucionen nada, pero reflejan la presión social. Si las empresas fueran más democráticas, los trabajadores podrían negociar y sugerir cambios sin tener que depender del Estado para proteger su empleo y su salario. Las directivas de organizaciones como la OIT son también un punto de partida para un mundo laboral más justo. Si dejamos de considerar aceptables las desigualdades brutales, si dejamos de aceptar que los salarios reflejan lo que vale nuestro trabajo, si presionamos como ciudadanos para que nuestros gobiernos asuman el objetivo político de un trabajo digno para todos, esta crisis se habrá convertido en oportunidad. En todo caso, estos esfuerzos deberán incluir el objetivo de reconstruir una teoría económica fosilizada.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Roach, ese mito desconocido

Si os digo el nombre de Pat Roach, supongo que os sonará a chino. Sin embargo, yo os aseguro que le conocéis con total seguridad. No en vano, ¿quién no ha visto Willow? Pues Roach encarnaba a uno de los iconos de esa película, a saber:

Aunque quizá al público menos 'friki' le suene más por hacer de jefe de los bárbaros celtas en Robin Hood, príncipe de los ladrones :

Sin embargo, estos no eran los motivos por los que quería hablaros de Pat Roach, un actor que tiene una curiosa historia por detrás. Y es que Roach puede presumir de ser el único, junto a Harrison Ford, que ha salido en todas las películas de la trilogía original de Indiana Jones. ¿No me créeis? Pues comencemos con las pruebas:

1) En El Arca Perdida, protagoniza junto con Ford una de las escenas más memorables del filme, a saber, la de la pelea en el aeropuerto:

2) Como recordaréis, esta lucha acababa con Roach hecho puré por las helices del avión. Entonces, si ha muerto, ¿cómo es posible que salga en las otras dos películas? Simple: porque interpreta a otros dos personajes totalmente diferentes. Así, en El Templo Maldito, da vida al jefe de los negreros de las minas, con el que, curiosamente, vuelve a pelearse Harrison Ford. Roach, para variar, 'palma' de un modo algo asqueroso (aplastado por una rueda de molino).

3) Y ya para rematar, sale en La Última Cruzada como oficial de la Gestapo (aquí lo tenéis en una escena cortada; pero San IMDB así asegura que sale y así lo he comprobado en los créditos de la película, por lo que confiad en nuestra palabra :P):

Por cierto, en El Arca Perdida, además de dar (breve) vida al mecánico calvo alemán, se encargó de caracterizar a uno de los sherpas que se pelean con Indy en Nepal. Como última curiosidad, Roach no sólo ha tratado de matar (infructuosamente) a Henry Jones Jr., esto es, a Harrison Ford, sino también a su "padre", Sean Connery. Eso sí, no en la saga del famoso arqueólogo, sino en la de James Bond:


Roach tiene más anécdotas en su vida fílmica, como que postuló para ser Darth Vader; o que trabajó dos veces con Stanley Kubrick (La Naranja Mecánica y Barry Lyndon). Sin duda alguna, se trata de un caso más que curioso de la historia reciente del cine. Espero que os haya gustado ^_^

miércoles, 18 de noviembre de 2009

domingo, 15 de noviembre de 2009

De los Lakers a Hollywood

Desde que arribó a Los Angeles Lakers, Pau Gasol se ha convertido definitivamente en un icono más de la NBA, a la altura de otros extranjeros notables como Nowitzki o Parker. Y ya no solo lo denota su innegable éxito deportivo (con un anillo NBA y un Europeo), sino también el hecho de que Hollywood esté llamando a su puerta. No en vano, tras hacer de sí mismo este pasado marzo en Numbers, mañana debutará como actor en la archiconocida CSI:Miami. ¿No me créeis? Pues mirad el trailer del episodio:



Y aquí tenéis una de sus escenas:



Creo que nos lo van a matar, pero bueno, ya le pediremos a Obama que nos lo clone, o algo así :P O si no, mandamos a la Esteban a la Casa Blanca, a ver qué es peor XD

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Ir a Babia y salir trasquilado

Esta semana ha comenzado con una extraña batalla televisiva entre dos "colosos" de la pequeña pantalla: Risto Mejide y Ángel Martín. Todo arrancó en 'G-20', el programa de Risto, este pasado lunes (dado que no encuentro vídeo alguno del show en particular, os dejo la transcripción que hicieron del mismo en el Sé lo que hicisteis de ayer -click en la foto-):

Obviamente, "todo el mundo" esperaba con ansias la respuesta de Ángel Martín ante tamaño ataque frontal. He aquí su sensacional contestación:



Por supuesto, Mejide y su ego no se dieron por aludidos, y respondieron de esta guisa:



En fin, este ha sido el enésimo ridículo de este patético personajillo llamado Risto, quien, tras haberse desahogado a base de bien con los pobres chavales de OT, ha decidido ahora descargar su bilis contra quien sea, y por lo que sea. Y sin ni siquiera molestarse en investigar, sentando cátedra como si sus demag..., ejem, perdón, si sus sabias palabras fueran una verdad universal (o meramente interesantes). Risto, querido mío, este último vídeo es para tí:



P.D.: ¿Es cosa mía o todo esto no huele si no a un montaje entre Mejide y Martín para que se vean sus programas (uno incapaz de competir con 'El Hormiguero'; el otro de capa caída desde hace tiempo)? Pues conmigo que no cuenten más. Una cosa es la curiosidad (por conocer el contexto del famoso artículo de Babia), y otra muy distinta es regocijarme en la estupidez humana.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Dos gays+un tubo+un hamster es igual a...

...Una historia de lo más cómica y extraña. Escuchad bien, porque no tiene desperdicio.



P.D.: Matización necesaria. Tras una brevísima investigación, he averiguado que esta historia es considerablemente antigua, de mediados de los 90, y nadie sabe si es cierta o no. Es una leyenda urbana, como la niña del perro y la Nocilla. Lo que sí es verdad es que el prestigioso Los Angeles Times la publicó, y no, no fue en el April's fool day (la "noticia" tuvo lugar en febrero).

jueves, 5 de noviembre de 2009

Motos nos sigue sorprendiendo

Mucha atención a la obra de arte que este pintor se sacó de la manga en pocos minutos durante El Hormiguero de ayer. Sin duda, este programa siempre sabe cómo sorprendernos.



¡Cómo mola el hombre de negro! :P

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Un, dos, tres... ¡CUARENTA!

Hoy se celebra en todo el mundo un cumpleaños muy especial. Tal día como este, hace cuatro décadas, se emitía el primer episodio de Barrio Sésamo, el que posiblemente sea el mejor programa infantil de la historia de la televisión. Y como merecido homenaje, aquí os dejo alguno de sus mejores 'gags', con el que seguro que todos nos divertimos en el pasado. ¡Disfrutadlos!